El avión trataba de aterrizar cuando se estrelló en el aeropuerto de Almati, la mayor ciudad de Kazajistán. El avión viajaba desde la capital, Nur-Sultán, con seis tripulantes a bordo.
Su cadáver fue arrojado al Río Sena por sus propios agresores. Autoridades rescataron su cadáver y descubrieron que presentaba numerosas lesiones en la cabeza y rostro.
Las cuatro niñas, todas menores de edad, denunciaron que su propia madre las golpeaba y obligaba a realizar practicas sexuales con hombres. Una de las víctimas está embarazada.