Uno de los ataques más devastadores se produjo en la escuela Al Mufti, ubicada en el campo de refugiados de Nuseirat, donde al menos 22 personas fueron asesinadas.
Desde el impacto de estos huracanes, ha sido objeto de acusaciones infundadas, siendo señalada de manipular el clima y dirigir la trayectoria de las tormentas.