Niño de 2 años pierde un ojo al ser contagiado de herpes labial

Un lamentable caso ha generado conmoción en Namibia, donde un niño de apenas dos años perdió su ojo derecho tras contraer el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1). 

Según los informes médicos, el contagio ocurrió luego de recibir un beso de un familiar portador del virus, lo que desencadenó una infección ocular severa.

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El pequeño comenzó a presentar síntomas unos días después de un encuentro familiar, donde alguien con herpes labial activo, lo besó. 

Sus padres notaron inicialmente un leve enrojecimiento en su ojo derecho, pero la situación se agravó rápidamente, desarrollando ampollas alrededor del ojo, inflamación severa y dificultades para abrirlo.

Alarmados por el rápido avance de la infección, lo llevaron de urgencia al Hospital Central de Windhoek. 

Allí, tras diversos exámenes, se confirmó que el niño padecía queratitis herpética, una afección causada por el VHS-1 que afecta la córnea y puede derivar en daños permanentes.

Consecuencias y tratamiento

Pese a recibir tratamiento inmediato con antivirales, la agresividad de la infección generó una necrosis corneal irreversible, obligando a los médicos a remover el ojo afectado para evitar mayores complicaciones. 

La familia, devastada por el desenlace, ha decidido compartir su historia para concienciar sobre los peligros del herpes en niños pequeños.

El herpes labial y su impacto en infantes

El VHS-1 es un virus altamente contagioso que se transmite principalmente por contacto directo con saliva o lesiones activas. 

Mientras que en adultos suele causar únicamente ampollas en los labios, en bebés y niños pequeños puede afectar órganos sensibles como los ojos, derivando en infecciones graves como la queratitis herpética. 

Esta condición puede provocar cicatrices en la córnea, pérdida parcial de la visión e incluso la extracción del ojo si el daño es severo.

Casos similares y advertencias de expertos

Este no es un caso aislado, a nivel internacional, se han registrado otros incidentes en los que niños han contraído herpes tras recibir besos de familiares o amigos con infecciones activas.

En el Reino Unido, un bebé de cuatro semanas estuvo al borde de la muerte tras ser contagiado en un bautizo. 

Otro caso en Mánchester involucró a un niño de tres años que casi pierde la vista después de ser besado en la mejilla por un portador del virus.

Expertos en salud advierten que cualquier persona con herpes labial activo debe evitar el contacto cercano con bebés y niños pequeños. 

La mejor manera de prevenir estos contagios es practicar una estricta higiene y abstenerse de besarlos si se tienen lesiones visibles.

Concienciación y prevención

Este caso refuerza la importancia de la educación sobre el herpes simple y sus posibles complicaciones. 

Los especialistas recomiendan que los padres y cuidadores estén atentos a los primeros signos de infección en niños, como irritación ocular, ampollas en la piel, fiebre o sensibilidad a la luz. 

Ante cualquier síntoma sospechoso, se debe buscar atención médica inmediata para evitar daños irreversibles.

La historia de este niño en Namibia es un recordatorio del impacto que puede tener una simple acción cotidiana si no se toman las precauciones adecuadas. 

La prevención y el conocimiento sobre este virus pueden marcar la diferencia en la salud y bienestar de los más pequeños.

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