Peligrosos tatuajes hechos en prisión dan paso al arte seguro

Cristian, tiene de 24 años, lleva siete años en prisión y desde la cárcel de menores, comenzó a realizarse tatuajes. Cuenta con un diseño de una campesina, rodeada de flores y pájaros, como una representación de su natal Guanacaste.

“Este otro es de un payaso, pero tengo que terminarlo; este que tengo en el brazo, es el nombre de mi mamá y mi fecha de nacimiento”, menciona el muchacho mientras describe sus tatuajes.

Como Cristian, otro joven llamado Daniel, también porta una serie de tatuajes que van desde los nombres de su hijo, hasta el de su madre y su hermana.

“Me los hice para expresarme, desahogarme, recordar a mi familia y saber que están siempre conmigo. Cuando veo la parte donde me hice el tatuaje, sé que ellos están presentes”, relata el joven de 24 años.

“Quiero aprender sobre los tatuajes, como cuidarme y cuidar a otras personas. Casi siempre con la aguja que se pica uno, se pican todos", manifestó.

Y es que justamente estos testimonios son los que abrieron la puerta a una iniciativa que busca crear conciencia entre los jóvenes que se encuentran en prisión sobre la necesidad de disminuir las prácticas de tatuaje riesgosas, pero además como una forma de acercarlos a la expresión artística.

Se trata del proyecto “Haciendo sueños realidad”, en el que justamente hoy, se realizó un primer acercamiento entre los muchachos y el artista corporal Johan López.

A la actividad, asistieron 13 privados de libertad que fueron seleccionados porque han implementado la práctica del tatuaje en la clandestinidad de los módulos.

“Los muchachos están muy contentos. Ellos tienen mucho talento. La idea es poderlos motivar para que vean que afuera tienen oportunidades con el arte en general. En el proceso, traeremos expertos en dibujo, para que puedan hablar desde su experiencia”, señaló Johan López.

Además la iniciativa permitirá introducir a los jóvenes en el dibujo, pintura y grafiti para mejorar sus destrezas artísticas y les incentivará a utilizar las técnicas correctas del tatuaje corporal en pieles sintéticas, utensilios de cuero y otras superficies, evitando que experimenten en sus cuerpos, o en el de sus compañeros, ya que con estas prácticas no cuentan con las condiciones de higiene y salud adecuadas.

Adicionalmente, el Departamento de Enfermería les enseñará, sobre enfermedades infectocontagiosas –como la hepatitis o el VIH–, así como la adecuada disposición de desechos, los riesgos de utilizar la misma aguja en varias personas y el peligro de inyectarse tinta tóxica.

"Sinceramente, no pensé que me vinieran a hablar de tatuajes porque esto es prohibido y uno tiene que respetarlo, pero que nos vengan a hablar es importante”. puntualizó Daniel.