Siga estas recomendaciones y evite sufrir intoxicaciones en fin de año
Diarreas, náuseas, vómitos, dolor abdominal y fiebre son los principales síntomas de una intoxicación alimentaria.
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Comer, beber y disfrutar de las fiestas en familia es parte del ambiente que se vive en estas épocas de cara a Navidad y Año Nuevo, por eso, es importante que usted tome algunas medidas para que, en sus celebraciones, no tenga que pasar un mal rato.
En estas fechas, la mezcla e ingesta indebida de alimentos son responsables del incremento de casos por intoxicaciones alimentarias y alergias que se reportan en los centros médicos, ya que el tipo de productos que se consume y la forma en cómo se preparan las comidas para las cenas de Navidad y Año Nuevo, son muy peculiares, lo que aumenta el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria.
Carolina Castro, especialista en nutrición de la Clínica Moreno Cañas, afirma que las intoxicaciones alimentarias son enfermedades producidas por la ingestión de alimentos contaminados por microorganismos patógenos o sus toxinas.
Es importante que los costarricenses tomen en cuenta la importancia de una manipulación y preparación adecuada de los alimentos, ya que aunque estos tengan un sabor y olor normales, si no se tiene en cuentas dichas previsiones pueden surgir trastornos gastrointestinales, como: dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, en ocasiones acompañados de fiebre.
La especialista aseguró que el traslado incorrecto, o la manera de conservar los alimentos, podrían generar la proliferación de bacterias peligrosas para la salud.
Por esto, si usted preparará las tradicionales cenas, debe prestar atención desde el momento de la compra, al tener en cuenta el orden y la limpieza del establecimiento, la temperatura de las cámaras de refrigeración y el orden de distribución, ya que los equipos sobrecargados no enfrían de manera correcta los alimentos.
Cuando llegue al supermercado, verifique las fechas de vencimiento y los rótulos de origen. Coloque en el carrito primero los productos no alimenticios y los no perecederos y deje para el final los perecederos, fríos y congelados, como los lácteos, carnes, aves y pescado.
También es importante que revise que las latas no estén hinchadas, deformadas u oxidadas y que los bordes estén perfectamente sellados. En el caso de los envases de los alimentos, estos no deben presentar roturas o pérdidas, y en el caso de los huevos, las cáscaras no deben presentar grietas ni suciedades.
Sepa que los jugos de algunos productos pueden contaminar a otros, por lo que es mejor separar las carnes crudas de los productos listos para consumir y las verduras.
Procure minimizar el tiempo que transcurre desde la compra de los alimentos hasta que se guardan en el refrigerador, un lapso que nunca debe superar las dos horas. En ese sentido, también se debe evitar colocar los alimentos en zonas calientes.
¡A la mesa!
Cuando usted ya va a servir la comida trate de mantener los alimentos calientes o fríos, según su consistencia, debido a que las bacterias crecen entre los 5ºC y los 60ºC, por lo tanto, no se debe dejar alimentos cocidos o perecederos a temperatura ambiente durante más de 2 horas, se deben mantener refrigerados hasta el momento de servirlos, especialmente, los más riesgosos.
Es muy común que en estas cenas queden sobras y si usted decide guardarlas es importante que tome en cuenta, que no se deben guardar en el refrigerador durante más de tres días, ni tampoco recalentarse más de una vez.
La nutricionista es enfática al asegurar que una práctica de riesgo es descongelar los alimentos a temperatura ambiente, debido a que puede multiplicar el número de bacterias. Conviene hacerlo en el refrigerador, el microondas (si se van a cocinar de forma inmediata) o como parte de la cocción.
La limpieza es fundamental
En la cocina es imprescindible extremar las condiciones de limpieza y desinfección, en especial, de los utensilios y superficies en donde se manipulen los alimentos, así como sustituir la utilización de “limpiones” por toallas desechables.
Antes, durante y después de manipular alimentos, es vital que cuide la limpieza de las manos, pues son una importante fuente de contaminación de bacterias, por lo tanto, es necesario lavarlas con agua y jabón durante 20 segundos.
Para evitar “contaminaciones cruzadas”, las superficies, los equipos, y los utensilios para la manipulación de alimentos en crudo, serán de uso exclusivo o se lavarán y desinfectarán antes de utilizarlos con alimentos cocinados.
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