En lo que pareció ser un insulto calculado, la estatua de su predecesor y némesis Barack Obama, quien contaba a la canciller alemana Angela Merkel entre sus aliados más cercanos, permaneció en su lugar, radiante y vestido de traje.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo en Estambul que 438 personas resultaron con lesiones, de las cuales cinco estaban siendo operadas y ocho se encontraban en cuidados intensivos.