La policía cree que el dispositivo utilizado tenía una cantidad de pólvora mayor a la habitual, lo que provocó que se fracturara y los pedazos de metralla golpearan al hombre.
La primera hipótesis es que las trabajadoras y trabajadores se electrocutaron por una vía de agua que entró en el taller, situado en el subsuelo de un barrio residencial.