El plástico de los alimentos envasados contribuye a aumentar la obesidad
Los obesógenos son sustancias químicas que puedan interferir en la regulación y conservación de la energía del organismo.
La obesidad es una enfermedad aumenta cada vez más en la población, con tasas especialmente preocupantes a edades más tempranas. Estados Unidos es el país más afectado, donde un 40% de los estudiantes secundaria lo padecen.
Desde de 1970 la incidencia se ha triplicado a nivel mundial y se estima que mil millones de personas sean obesas en 2030. Esta enfermedad está ligada a una presión arterial alta, diabetes y complicaciones cardíacas, entre otras alteraciones. Además, es multifactorial y aunque todavía no hay consenso sobre sus posibles causas los médicos consideran que influyen cuestiones como el estrés, la genética o los cambios en el sueño. Bien se sabe que mayor consumo de alimentos ultraprocesados, con alto contenido en sal, grasas y azúcar, aumentará la probabilidad de padecer obesidad.
Los denominados obesógenos son sustancias químicas que polucionan el medio ambiente y puedan interferir en la regulación y conservación de la energía del organismo. Estos productos químicos se utilizan en los productos básicos, como envases de plástico, ropa, muebles y aditivos alimentarios.
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Los obesógenos polucionan el medio ambiente:
Según estudios recientes, los obesógenos afectan a las personas de manera indetectable en las pruebas tradicionales de toxicidad química. Las consecuencias de una exposición química prolongada pueden no hacerse evidentes durante la vida de un organismo expuesto y transmitirse a través de los llamados mecanismos epigenéticos a las generaciones descendientes.
El tributilo de estaño o TBT es uno de los mil obesógenos identificados e interfiere en la bioquímica del sistema endocrino, encargado de regular el almacenamiento de la energía. Esta bioquímica funciona gracias a una gran variedad de hormonas producidas en órganos como el tracto gastrointestinal, el páncreas y el hígado, y a sustancias químicas en el cerebro capaces de alterar la sensación de hambre.
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