Mujer gastó 50 mil dólares en cirugías para parecerse a Marilyn Monroe
La mujer asegura que nunca dejará de operarse.
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Asegura no dejará de hacerse cirugías.
Serena Smith, tiene 23 años y pasó durante seis meses ingresando constantemente al quirófano. Esto con el fin de parecerse a Marilyn Monroe y para eso gastó más de 50 mil dólares.
La joven de California, Estados Unidos, se sometió a procedimientos estéticos desde la adolescencia para modificar su apariencia y verse como Marilyn y también a otras mujeres de la "edad de oro de Hollywood", como Jayne Mansfield y Anna Nicole Smith.
Su primera intervención médica fue en diciembre de 2016, con solo 18 años, cuando se sometió a una cirugía de senos que costó más de 7.500 dólares, pasando de un talle A a uno DD.
Una cirugía tras otra:
Serena se sometió a una rinoplastia que costó 11 mil dólares para adquirir una "nariz de Hollywood" y constantemente se realiza procedimientos menos invasivos como Botox y rellenos en los labios.
Recientemente, Serena decidió hacerse un levantamiento de glúteos y eligió a un cirujano de renombre en América del Norte.
“Estoy muy contenta, creo que resultaron geniales, la cirugía cambió por completo las proporciones de mi cuerpo y me dio el aspecto más curvilíneo que buscaba”, dijo, y agregó que la seguridad siempre es una prioridad para ella.
Una operación riesgosa:
Una operación que consiste en extraer grasa de las áreas donde no se desea, como el estómago, la espalda y los flancos mediante una liposucción, y trasplantarla a los glúteos y las caderas, lo que da como resultado un marco de reloj de arena más curvilíneo.
Sin embargo, debido a la naturaleza del procedimiento, presenta un gran riesgo para la persona que se la realiza.
Aunque la cirugía de Serena salió según lo planeado, la recuperación no fue fácil.
“Sentí que me había atropellado un camión”, dijo.
“La recuperación de este procedimiento es muy intensa, definitivamente la más dura hasta el momento. Tienes que usar una prenda de compresión las 23 horas del día durante dos meses y puede ser bastante incómodo", añadió.
La joven explicó que era difícil ponerse en una posición cómoda porque le dolía todo el cuerpo y no podía ejercer presión sobre los glúteos durante meses. "Lo más difícil fue tratar de encontrar una posición para dormir".
“Tuve drenajes que recogieron toda la sangre y los fluidos que salían de mi cuerpo durante casi dos semanas, lo que no fue un espectáculo agradable, pero al final, valió la pena”, confirmó.
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Implantes, mantenimiento y más cirugías:
Las operaciones no terminaron para ella. Por lo que, Serena planea un segundo aumento de senos, que seguramente no será el último.
“Necesitaba hacerme primero los glúteos antes de mis implantes extragrandes para tener buenas proporciones y que mi cuerpo sea simétrico. No quería lucir como un triángulo invertido, todo se trata de equilibrio para lograr un aspecto realmente atractivo", dijo la mujer.
La mujer asegura que nunca dejará de operarse y que cuando comience a envejecer, va a tratar de mantener ese aspecto juvenil.
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