Caso de joven fallecida en La Tagada: ¿Quién debe hacerse responsable?

El fallecimiento de Katherine Chaves Portuguez, joven accidentada en el juego “La Tagada” en San Pablo de León Cortés, ha levantado infinidad de preguntas sobre los alcances legales del caso.

Al respecto, Telediario.cr conversó con el abogado Boris Molina Acevedo quien analizó el tema desde un punto de vista legal y explicó qué procede posterior a una tragedia como la sucedida la noche del martes 30 de enero.

Molina explica que, de acuerdo con el código civil, debido a que existieron lesiones graves sufridas por una persona asistente al evento debe existir una empresa o persona responsable de lo sucedido.

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De acuerdo al jurista, lo más probable es que la empresa o entidad organizadora de las fiestas deba hacerse cargo legalmente por lo sucedido, esto si no existió alguna especie de negligencia por aparte o de la persona afectada.

“El artículo 1.045 del código civil establece que toda persona que cause un daño a otra está obligada a repararlo, en este caso alguien va a tener que hacerse responsable. Lo normal es que sea el que haya tenido participación directa, la empresa realiza lo que sería una actividad de riesgo alto o riesgo puro, es decir, quien estaba disfrutando del aparato es la persona víctima en este proceso y si no se expuso directamente al riesgo en forma negligente entonces quien debe asumir es la empresa”, explicó.

Sumado a lo anterior, el letrado afirma que existe una responsabilidad legal solidaria de quienes organizaron la actividad en la que sucedió el percance.

Esto se debe a que la persona consumidora debe beneficiarse de las funciones de las diferentes personas involucradas en el desarrollo de las festividades.

“Son responsables solidarios, ya sea la comisión de festejos o la organización que haya hecho el evento tiene una responsabilidad solidaria. La cadena de consumo está determinada para que el consumidor se beneficie de todas las personas que hayan participado en esa cadena, entonces la empresa dueña de los juegos y la organización tienen responsabilidad solidaria”, indicó.

Pese a esto, lo que podría sentar responsabilidades adicionales sería que exista una persona específica culpable de una acción negligente que derivara en el infortunio anteriormente descrito.

Si esto sucediera, debería existir una causa por homicidio culposo en la vía penal y se estudiarían las formas de resarcir el daño ocasionado por la negligencia.

“A través de un proceso de daños y perjuicios, si hay una causa penal o sea si se logra determinar que hubo un acto negligente de una persona en específico y a esa persona se le puede achacar lo que se llama un homicidio culposo entonces en la vía penal se puede dictar una acción civil resarcitoria”, reseñó.

¿Puede derivar en la prohibición del juego de “La Tagada”?

De acuerdo con el jurisconsulto, no considera una posibilidad que se prohíba el juego por un caso único de accidente grave sucedido en una de estas máquinas.

Lo que sí puede suceder es obligar al cumplimiento de las medidas de seguridad que no se hayan cumplido, hipotéticamente, en caso de existir fallos en este respecto.

A esto se suma que, la entidad encargada de aprobar la realización del evento, también posee una responsabilidad objetiva junto a la empresa organizadora.

“Por un acto aislado no creo, pero sí les pueden obligar a tomar las medidas de seguridad que no tomaron en este caso. Le corresponde a la entidad que autoriza en última instancia los juegos o el evento, las fiestas patronales, en este caso la municipalidad. Hay responsabilidad objetiva tanto de la municipalidad como de la gente de la empresa”, añadió.

En lo que considera puede haber una irresponsabilidad es en la solicitud de pólizas para este tipo de actividades, pues suele suceder que no solicitan los requisitos correctos para cubrir cualquier eventualidad.

Aunque hace hincapié en que no se refiere a este caso en concreto (de La Tagada), si se llega a determinar es posible que existan obligaciones legales adicionales.

“Aquí fallan las municipalidades muchísimo, porque las municipalidades tienen que exigir no solo este tipo de atención (médica) sino también pólizas para este tipo de cosas, pero para esto les exigen una y ni saben la póliza que les están dando. Hay que ponerle un monto, recuerdo un caso que aprobaron la póliza para un evento de siete mil personas y terminaron 20 mil personas involucradas habían suscrito una póliza de cinco millones de colones, demasiada irresponsabilidad de la municipalidad de ese caso”, cerró.

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